2023 fue un año de grandes vaivenes en el mercado de renta fija. ¿Cuáles son las perspectivas para 2024? Los tipos de interés se vieron afectados por las turbulencias de los mercados a comienzos de 2023, pero unos datos macroeconómicos mejores de lo previsto a mediados de año reforzaron la percepción de que nos encaminábamos hacia un aterrizaje muy suave en las economías, lo que desencadenó un aumento relativamente acusado de los tipos de interés, sobre todo a largo plazo.
Subida especialmente fuerte de los tipos de interés en Noruega
La subida de los tipos de interés fue especialmente fuerte en Noruega en el primer semestre del año, cuando la inflación apenas daba muestras de moderación y el tipo de cambio de la corona descendía sustancialmente.
Desde mediados de octubre, hemos asistido a una importante caída de los tipos de interés debido a las mayores expectativas de recortes de los tipos en 2024. En 2023, las subidas de tipos no sorprendieron tanto al mercado como en 2022. Tanto la Reserva Federal como el BCE han subido los tipos de interés algo más de lo que se pronosticaba a comienzos de año, pero la diferencia entre las expectativas y la realidad no es especialmente grande.
La principal excepción es Noruega, donde el lento descenso de la inflación y la depreciación de la corona han dado lugar a unas subidas de tipos considerablemente más grandes de lo previsto a comienzos de año.
La mayor sorpresa en Europa y EE. UU.
En EE. UU. y Europa, la mayor sorpresa en 2023 ha sido que la economía real ha aguantado mejor de lo que se esperaba y durante gran parte del año el mercado ha descontado unas expectativas cada vez más bajas en relación con los recortes de los tipos de interés en 2024 y 2025.
El resultado ha sido un aumento sustancial de los tipos de los bonos con los vencimientos más largos entre mayo y noviembre, con un máximo del bono de EE. UU. a 10 años de más del 5% a mediados de octubre. Al mismo tiempo, hemos visto una evolución positiva en forma de descenso de la inflación tanto en Europa como en EE. UU. y gradualmente también en Noruega, aunque los acontecimientos aquí en casa van con retraso.
La caída de los tipos de interés en el último tramo de 2023 parece obedecer a que ahora se tiene una certeza mayor de que los bancos centrales han llegado al punto más alto de su ciclo de subidas y que veremos recortes a lo largo de 2024.
Señales más débiles de la economía real
Las economías de EE. UU. y Europa, Noruega incluida, están emitiendo unas señales ligeramente peores procedentes de su economía real y la inflación sigue descendiendo.
Ahora se esperan amplios recortes de los tipos de interés por parte de la mayoría de los bancos centrales durante los próximos años.
Tal y como nosotros vemos la situación, el mercado está descontando una desaceleración continuada de las economías y un movimiento sostenido de la inflación hacia el objetivo, es decir, un aterrizaje suave.
Lo que descuenta el mercado de tipos de interés indica que los bancos centrales podrían pasar de una política monetaria restrictiva relativamente fuerte a una política menos restrictiva a lo largo de 2024.
Riesgo al alza y riesgo a la baja
No nos encontramos ni mucho menos en un punto en el que el mercado descuente una desaceleración económica grave. Si se materializan finalmente las expectativas actuales del mercado, algo que rara vez ocurre, casi con toda probabilidad tendremos unos tipos de interés de referencia que todavía ejercerán un efecto restrictivo en las economías a finales de 2024.
En un plano positivo, cabe la posibilidad de que las economías reales aceleren de nuevo o que la caída de la inflación se detenga. En el plano negativo, cabe la posibilidad de que la desaceleración económica sea mayor de lo que se pronostica actualmente. En conjunto, seguimos creyendo que los bonos son atractivos, aunque la rápida caída reciente de los tipos de interés conlleva un riesgo de rebote.
Diferenciales
Los diferenciales aumentaron considerablemente en 2022, lo que significa que los bonos con riesgo crediticio generaron unas rentabilidades relativamente bajas ante las dificultades.
En 2023, el cuadro ha sido más disparejo, ya que los diferenciales de la mayoría de sectores y empresas se han recuperado ligeramente, pero siguen estando en niveles considerablemente más altos que a comienzos de 2022.
Sin embargo, existe un sector que ha acabado acaparando los focos en el mercado de deuda corporativa: en la mayoría de las empresas del sector inmobiliario, hemos visto un descenso continuado de los diferenciales, aunque aquí también el cuadro ha mejorado ligeramente con la reciente caída de los tipos de interés y en las empresas inmobiliarias sólidas ahora los diferenciales son más bajos que a comienzos de 2023. El repunte de los diferenciales en 2022 y los diferenciales relativamente estables de 2023 hacen que estos se encuentren todavía en niveles aceptables, lo que debería proporcionar un buen punto de entrada en 2024.
Last updated:
Share: